Caracas, tierra donde crecen los sueños de Dios

Transcribimos completa la palabra profética dada en 2012 por Marco Barrientos para la ciudad de Caracas. El salmista afirma que esta tierra es riquísima, pero le ha faltado la lluvia del Espíritu Santo. Algo grandioso ocurrirá cuando estas aguas mojen la tierra fértil de la capital venezolana, declara Barrientos.
Tierra de Caracas, tierra bendita y no maldita, tierra fértil y no estéril, tierra llena de potencial, tierra donde crecen los sueños de Dios…
Cuando llegamos a esta hermosa nación, Dios habló a mi corazón y me dijo:
‘Bendice esta tierra porque muchos la han maldecido muchos han creído que no hay esperanza, muchos han visto esta tierra seca y han pensado es en vano que yo trabaje en ella, porque trabajo mucho y cosecho poco. Algunos han llegado al punto de pensar que no hay más remedio que emigrar que buscar otro sitio que ir en pos de otras tierras. Pero yo te digo: no es casualidad que tu naciste aquí’.
Si bien Dios ha dicho: ¡Id por todo el mundo y predicad el evangelio’, ciertamente muchos de ustedes serán sepultados en otros lugares a donde irán andando y
llevando la preciosa semilla y extendiendo el reino y esas tierras se convertirán también en sus naciones. Algunos irán a África, otros a Asia, otros a otras naciones de América Latina y aún de América del Norte. Aún otros serán parte del último gran avivamiento que viene sobre Europa, pero no saldrán porque están derrotados, ni saldrán porque están desilusionados, saldrán porque Dios les está enviando y les enviará cuando hayan visto esta tierra que bebe las aguas de la lluvia del cielo sea fructífera.

Quizás en el pasado tu sembraste y no viste el fruto que estabas esperando ver pero no es porque la tierra no sea rica. Esta tierra no es rica. ¡Es riquísima! Pero hay algo que ha hecho falta y es indispensable para que las semillas que han sido sembradas puedan germinar, y es precisamente el agua de la lluvia del Espíritu. Cuando esta tierra se moja casi puedo sentir  en mi mano el poder transformador de las semillas que han sido sembradas en fe, porque el campo fértil será estimado por bosque.
El Señor dice: ‘No habrá estéril entre vosotros’.
Barrientos invitó a los presentes a repetir la siguiente oración:
Padre bueno, yo creo que tú me has plantado en una tierra que es fértil y por tu Espíritu Santo yo daré pronto mucho fruto para glorificarte en el Nombre de Jesús. Yo creo que tú me darás las bendiciones de mi corazón porque he clamado y veré tu Gloria. Mis hijos, los hijos de mis hijos serán prosperados y bendecidos en esta tierra ¡Venezuela te bendigo! En el nombre de Jesús, te bendigo con mucho fruto. ¡Amen!
Para finalizar, Barrientos mostró un plato lleno de frutos e invitó a los niños presentes a tomar lo que gustaran. Luego, cerró diciendo:
¿Sabes qué pasa cuando la semilla germina? Cuando la semilla germina hay abundancia. Esto es lo que Dios está diciendo: los hijos de los hijos de tus hijos tendrán abundancia de pan. No les faltará mi bendición. Bendita será tu canasta, bendita tu mesa, el pan que comen tus hijos y los hijos de tus hijos.

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