EL AUTOEXAMEN DE UN CRISTIANO.

Auto evaluarse debe de ser una práctica constante para el cristiano, no podemos ser ligeros en nuestra evaluación; ser honesto delante de Dios y con nosotros mismos traerá bendición del señor. Hageo dice “Meditad bien sobre vuestros caminos”. El insto al pueblo a un autoexamen serio. Esto era decisivo porque por muchos años el pueblo fue ligero de su autoevaluación, se escondieron en éxitos aparentes, como el de tener casas artesonadas, pero la evidencia de que algo andaba mal era notorias, no tenían lluvias, ni cosechas abundantes; no tuvieron la bendición de Dios, porque la lluvia y la cosecha era una expresión de la bondad de Dios para con su pueblo. 

Por si fuera poco el jornal lo recibían en saco roto, es decir el trabajo y el dinero fueron gastados sin provecho, como se puede perder en una bolsa agujerada. Esta realidad espiritual aun con todo el éxito “Material aparente”, no fue reconocida con honestidad, así que era momento de hacer un alto, dejar las apariencias y meditar bien. 

Lo primero que tenían que reconocer es que habían sido evaluadas por Dios y fueron desaprobados. Ahora ellos tenían que alinearse con Dios y ver lo que Dios estaba viendo. Cuando nos enfrentamos a un autoexamen debemos ser conscientes de que ya Dios nos evaluó, la bendición se encuentra en conocer el corazón de Dios por su palabra y escuchar con atención lo que nuestro gran padre Dios nos muestra para caminar bajo su aprobación.