Agua Viva

Juan 7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Durante muchos años mi padre mi padre ha sido constructor artesanal de pozos de agua. En muchas ocasiones le he ayudado en este trabajo dice Jimmy Rosas desde Paraguay. 

La tarea de cavar no es algo fácil. Los distintos tipos de suelo que van apareciendo mientras se avanza en la profundidad jamás han sido idénticos en dos pozos diferentes. Es un trabajo que demanda mucho esfuerzo, hasta que por fin, se llega al punto donde brota bastante agua. A este tipo de agua se le llama, “agua viva”, porque es agua de manantial que brota de alguna fuente en algún remoto lugar, y se renueva constantemente. La tierra varía mucho, es blanda en la superficie, un poco más dura unos metros más abajo, y a veces muy dura en determinados momentos. 

Hemos encontrado materiales tan duros que no pudimos llegar al manantial, en esos casos la dureza del suelo nos privo de llegar a nuestros objetivos, pero cuando se ha podido perforar ese duro obstáculo, es maravilloso escuchar el bullicio que se genera al salir el elemento que dará vida y alegría a muchas personas, el agua.  Como declara nuestro señor Jesús en el pasaje con que se inicia este mensaje, del que el que en él cree, brotaran como ríos de agua viva. Hay corazones duros como la roca, que con el trabajo del espíritu santo pueden dar desde sus profundidades agua de vida. Hay otros en cambio que por su dureza no dejaran que se llegue a alcanzar el manantial de vida. Seamos sensibles al llamamiento del espíritu santo.